Labios que sacan de quicio.

En Comala comprendí 
que al lugar donde has sido feliz 
no debieras tratar de volver.
Peces de ciudad - Joaquín Sabina 

Era la hora de huir y se fue, sin decir: "llámame un día".

Los besos que perdí, por no saber decir:
 "te necesito".

 Y la vida siguió, como siguen las cosas 
que no tienen mucho sentido.

Una vez me contó, un amigo común, 
que la vio donde habita el olvido.

Donde habita el olvido - Joaquín Sabina.

Remoto riesgo

Necesito no caer en el remoto riesgo de necesitarte.
Mario Benedetti

el deseo de olvidarlo

Muy pronto se dio cuenta que el deseo de olvidarlo, era el más fuerte estimulo para recordarlo. 
El Amor en los Tiempos del Cólera - Gabriel García Márquez 

Insomnio.

Esta es una de esas noches, en las que el insomnio se disfraza de ti, e intenta seducirme.
Víctor De la Hoz

Harry y Sally.

He venido aquí esta noche porque cuando te das cuenta de que quieres pasar el resto de tu vida con alguien deseas que el resto de tu vida empiece lo antes posible.
Cuando Harry encontró a Sally

Sin ti.

No es lo mismo estar solo que estar sin ti.
Celeste hija de la tierra - Enrique Lihn

El asesino.

Vuelves a mi 
porque el asesino 
siempre vuelve al lugar del crimen.
Óscar Hahn

Deseo repentino.

El amor nace del deseo repentino de hacer eterno lo pasajero.
Ramón Gómez de la Serna.

Nudos de garganta.

Sentí en la garganta el nudo gordiano de todos los amores que pudieron haber sido y no fueron.
Memoria de mis putas tristes - Gabriel García Márquez

Los torpes.

Las discotecas cierran a las ocho de la mañana porque hay gente muy torpe que necesita mucho tiempo para ligar. Si todos lo jóvenes fueran realmente seductores, la noche terminaría enseguida. A la una de la madrugada cada pareja estaría en su respectiva madriguera trabajando el amor y en las salas de fiestas sólo quedarían los camareros, pero ahora en la seducción también hay democracia y la música de las discotecas no cesa hasta que no liga el más desgraciado del local. Cenados y bien acicalados, los jóvenes inician la competición pasada la medianoche. En la oscura parrilla del viernes o del sábado, las mesnadas se concentran para abrevar en los lugares consabidos antes de que se efectúe el disparo de salida. Entonces se les ve avanzar en hacinados automóviles hacia las salas de fiestas traídos por una estrella de láser que desde el espacio les indica el camino. Dentro de cada discoteca se produce muy pronto una selección natural. Los rostros más atractivos se buscan entre ellos, las miradas más sugestivas comienzan a crear nudos ineludibles, el aura de unos cuerpos se va acoplando de forma magnética a otros cuerpos similares. Todo el trabajo de las hormonas se realiza en la primera hora de música. El resto de la noche ya no es naturaleza, sino un subproducto cultural. Alrededor de las dos de la madrugada, a los jóvenes más seductores de ambos sexos ya les sobra el alcohol y la música para alcanzar su objetivo. Gracias a la belleza, la pieza deseada ya está en sus brazos y con ella desaparecen en la oscuridad. Los que no logran superar el primer obstáculo permanecen en la fiesta para ver si surge una segunda oportunidad. Suele ser gente terciada que no liga hasta el aura clareada espoleada por la frustración. En la discoteca sigue la música con el sol en el tejado. Allí sólo quedan los torpes, los que a lo largo de la noche no han encontrado ni una sólo mirada. Dentro del resplandor del día, el cansancio tal vez les deparará otro resto del naufragio. Cuando se agarren a ese madero cesará la música.
Manuel Vicent

Adicciones.

Lo malo de las adicciones es que nunca acaban bien. Llega un momento en el que lo que nos ponía eufóricos, deja de hacerlo y empieza a doler. Dicen que no superas tu adicción hasta que no tocas fondo, pero... ¿cómo sabes que lo has tocado? Porque por mucho que algo te duela, a veces, dejarlo, duele aún más.
Anatomía de Grey.

Alcachofas.

Al menos usted nunca será una hortaliza porque hasta las alcachofas tienen corazón.
Amélie.

Infierno.

Digamos que, a partir de ti he comenzado a ver el lado hermoso del infierno.
Desconocido.

Sol.

Hay almas que uno tiene ganas de asomarse a ellas, como a una ventana llena de sol. 
Federico Garcia Lorca

Amores cobardes.

La cobardía es asunto
 de los hombres, no de los amantes. 
Los amores cobardes no llegan a amores,
ni a historias, se quedan allí. 
Ni el recuerdo los puede salvar,
 ni el mejor orador conjugar.
Oleo de una mujer con sombrero - Silvio Rodríguez. 

Mi persona favorita.

No peque, tú no eres mala persona, eres mi persona favorita, aunque a veces puedes llegar a ser una autentica zorra. 
Kill Bill Vol.2

Últimamente.

La vida me parece una fiesta
a la que nadie 
se ha molestado en invitarme. 
Últimamente - Ismael Serrano. 

Dos grandes amores


Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos... Esa persona con la que consigues compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella... Y dicen que hay un segundo amor, una persona que perderéis siempre. Alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y os impedirán  siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día dejareis de intentarlo... Os rendareis y buscareis a esa otra persona que acabareis encontrando. Pero os aseguro que no pasareis una sola noche, sin necesitar otro beso suyo, o tan siquiera discutir una vez mas... Todos sabéis de que estoy hablando, porque mientras estabais leyendo esto, os ha venido su nombre a la cabeza. Os librareis de el o de ella, dejareis de sufrir, conseguiréis encontrar la paz (le sustituiréis por la calma), pero os aseguro que no pasara un día en que deseéis que estuviera aqui para perturbaros. Porque, a veces, se desprende mas energía discutiendo con alguien que amas, que haciendo el amor con alguien a quien aprecias.
Paulo Coelho

No se como convencerte, de compartir los febrero.

Hoy he saltado a la calle, sin corazón de repuesto.
La cabecita loca - Rulo y la Contrabanda.